Hace cien años, una guerra épica entre el Rey Demonio y la Diosa estuvo a punto de destruir el mundo. La Diosa fue derrotada, los héroes sellados y el conflicto llegó a su fin.
El Rey Demonio, debilitado tras la batalla, fue traicionado en su momento más vulnerable. Los traidores se repartieron fragmentos de su poder y, se erigieron como los nuevos gobernantes, sellando a los cuatro héroes y coronando a uno de ellos como la cúspide de este nuevo orden.
Sin embargo, los restos del poder y el cuerpo del Rey Demonio sobrevivieron, ocultos en ruinas lejanas, aguardando el momento de su venganza.